La Navidad
La Navidad, es la fiesta por la llegada del niño Jesús,
quien nos recuerda que fue enviado puro, sin mancha, en el seno de una familia,
bendecida, unida y feliz a pesar de las circunstancias.
Es una época para reflexionar acerca de nosotros mismos, de nosotros niños, de nuestra familia. Es un momento para compartir en unión, de recordar a Dios y darle bienvenida al seno familiar para que viva en el por siempre.
Navidad es reflexión, es perdón y compromiso hacia Dios, que nos envió a su único hijo para amarlo y respetarlo, así cada uno de nosotros como hijos de Dios también debemos hacerlo con nosotros mismos y con los demás.
La Navidad en el Perú se celebra el 24 y 25 de diciembre de cada año, con una cena familiar y como una costumbre se hace la entrega de regalos (que suelen ser muy variados y de acuerdo a la posibilidad económica de cada familia) a los niños en representación de los dones que les fueron entregados a Jesús como una muestra de cariño y amor a su inocencia y pureza.
Se celebran misas y diversas representaciones en las que se hace presente LA FAMILIA.
Es una época para reflexionar acerca de nosotros mismos, de nosotros niños, de nuestra familia. Es un momento para compartir en unión, de recordar a Dios y darle bienvenida al seno familiar para que viva en el por siempre.
Navidad es reflexión, es perdón y compromiso hacia Dios, que nos envió a su único hijo para amarlo y respetarlo, así cada uno de nosotros como hijos de Dios también debemos hacerlo con nosotros mismos y con los demás.
La Navidad en el Perú se celebra el 24 y 25 de diciembre de cada año, con una cena familiar y como una costumbre se hace la entrega de regalos (que suelen ser muy variados y de acuerdo a la posibilidad económica de cada familia) a los niños en representación de los dones que les fueron entregados a Jesús como una muestra de cariño y amor a su inocencia y pureza.
Se celebran misas y diversas representaciones en las que se hace presente LA FAMILIA.
Que no nos invada el consumismo desbocado o la
tergiversación del sentido profundo de la fecha. El Nazareno no vino a la
tierra para que todos los años sus seguidores festejen su “cumpleaños” con
excesos de todo tipo y olviden su mensaje y enseñanzas. No banalicemos la
celebración.
La Navidad no es una fecha para que la celebren todos. Los
explotadores, los poderosos, los multimillonarios, los imperialistas
no deberían celebrarla, ya que fueron ellos quienes crucificaron,
apenas 33 años después de su nacimiento al niño Jesús. ¿Qué diferencia hay
entre los Tiberios, Poncio Pilatos, Herodes, Judas o los mercaderes del Templo
con quienes hoy manejan las riendas del poder mundial?
La Navidad es una fecha exclusiva para los pobres, para el
proletariado, para los desheredados. El mensaje de la Navidad es claro, y tan
claro es que la burguesía lo ha tenido que enturbiar con figuras y
mensajes tan grotescos como el del cocacolero Papá Noel.
En Argentina dirían que por escribir estas líneas soy un
“amargo”, un “buenasnoches”, un “aguafiestas”… ¡Nada de esto! Simplemente
invito a que la Navidad se festeje con conciencia, con alegría y emoción, con
el compromiso de celebrar el derecho a la vida, la comunión, la hermandad.
Brindemos estas fiestas con nuestros pares y comprometámonos
todos juntos a luchar para que cada vez sean menos quienes padecen privaciones,
y especialmente para que todos los niños y niñas del planeta tengan una vida
feliz y armoniosa.
Feliz Navidad y que el 2017 nos encuentre unidos y en
victoria en la lucha por la Independencia, la Unidad de Nuestra América y el
Socialismo.
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